Benedicto XVI dijo ayer una imbecilidad monumental y evidentemente ha conseguido que los medios hagan lo que él quería: nombrarlo continuamente. Pero me gusta como lo “nombra” Ramón Lobo. El papa, África y el condón.
«He visto a misioneros y misioneras ejemplares repartir preservativos en hospitales y dar misas en lugares que si existiera dios se aparecería cada día porque allí no basta con un milagro. Recuerdo a una monja en un centro clínico de Ruanda. Le regañé entre bromas. “Madre; no sabe que el Vaticano tiene prohibido el condón”. Tras mirarme como si fuera un extraterrestre, replicó: “El 5º Mandamiento dice No matarás, y esto aquí es una cuestión de vida y muerte”. Cuando intenté seguir, me cortó posando su mano sobre la mía: “Si tengo que elegir entre el Vaticano y Dios yo ya he hecho mi elección”.»
lunes, 23 de marzo de 2009
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